Recurso lingüístico
1- Contextualización
Los verbos son una categoría gramatical que se utiliza para expresar acciones, procesos, estados o existencia. Son palabras que describen lo que alguien hace, cómo lo hace, lo que le sucede o lo que existe. Los verbos son una parte fundamental del lenguaje, ya que nos permiten comunicar acciones y eventos. Son un recurso lingüístico fundamental en las narraciones, debido a su capacidad para describir acciones y eventos de manera dinámica y vívida.
La selección cuidadosa de los tiempos y modos verbales que se usen en el texto, junto a la elección de verbos de acción o de estado, contribuirá a construir la atmósfera que el autor desee.
2- Uso de tiempos verbales en las narraciones
La selección cuidadosa de tiempos verbales en una narración es un aspecto esencial para dar vida a las historias y transportar a los lectores a diferentes momentos temporales. Los tiempos verbales actúan como hilos conductores que tejen la trama, permitiendo al autor manipular la percepción del tiempo y revelar información de manera estratégica. Cada tiempo verbal tiene su propio propósito y connota distintos matices temporales, lo que añade profundidad y coherencia a la narrativa.
a) Pretérito indefinido o perfecto simple: Se utiliza para narrar acciones pasadas y puntuales. Ejemplo: "Ana llegó temprano a la fiesta y saludó a todos los invitados".
b) Pretérito imperfecto: Se utiliza para describir acciones habituales o repetidas en el pasado, así como para establecer el contexto de la historia. Ejemplo: "Todos los días, el niño iba al parque y jugaba con sus amigos".
c) Pretérito perfecto compuesto: Se utiliza para acciones que ocurrieron en un pasado reciente o que tienen relevancia en el presente. Ejemplo: "He visitado muchos países y cada uno de ellos me ha dejado recuerdos inolvidables".
d) Pretérito pluscuamperfecto: Se emplea para referirse a acciones que ocurrieron antes de otra acción en el pasado. Ejemplo: "Cuando llegué a casa, mi hermana ya había preparado la cena".
2.1- ¿Por qué no es recomendable usar el presente al escribir narraciones?
El uso del presente en narraciones puede presentar desafíos que impactan directamente en la calidad y efectividad de la historia. Algunas razones para evitarlo:
- Claridad temporal: El presente, al ser un tiempo verbal que denota acción inmediata, puede generar confusión en la secuencia temporal de la narrativa. La falta de distinción entre pasado, presente y futuro puede entrelazar los eventos, dificultando la comprensión temporal de la historia y desorientando al lector.
- Distancia narrativa: El uso del presente puede crear una sensación de cercanía temporal entre el narrador y los eventos que se desarrollan. Sin embargo, esta proximidad puede afectar negativamente la capacidad del lector para sumergirse en la trama, ya que la distancia narrativa suele favorecer la inmersión del lector en la historia. La utilización de tiempos pasados permite al lector observar los acontecimientos desde una perspectiva más objetiva, potenciando así su conexión con la trama.
- Tradición literaria: Históricamente, la tradición literaria ha privilegiado el uso de tiempos pasados en las narraciones. Esta convención se ha arraigado en la práctica literaria a lo largo de los años y ha contribuido a establecer una norma cultural que favorece la coherencia y la aceptación por parte de los lectores. La desviación de esta norma puede percibirse como innovadora, pero también conlleva el riesgo de desorientar a la audiencia.
- Conexión con el pasado: El empleo de tiempos pasados evoca una conexión con el pasado, permitiendo a los lectores sumergirse en épocas anteriores y experimentar la narrativa a través de una lente nostálgica. El pasado, al ser representado mediante tiempos verbales específicos, brinda una sensación de historia y contexto, enriqueciendo así la trama y proporcionando a los lectores un anclaje temporal que facilita su inmersión en la historia.
2.2- Revisemos un ejemplo
Lee atentamente las dos versiones de la siguiente narración, en la primera se utilizan los tiempos de pretérito y en la segunda se utiliza el presente:
Versión con uso de pretéritos verbales:
Hacía mucho calor en la ciudad cuando Emily decidió explorar el viejo edificio abandonado. Apenas cruzó la puerta, notó un crujido bajo sus pies. Miró hacia abajo y descubrió un suelo cubierto de polvo y escombros. Avanzó con precaución, iluminando con su linterna los oscuros rincones del lugar. De repente, escuchó un ruido proveniente de una habitación cercana. Se acercó sigilosamente y vio a un grupo de sombras moviéndose. Se dio cuenta de que no estaba sola; algo estaba sucediendo. Al adentrarse más, descubrió que estaban filmando una película clandestina. La sorpresa en sus rostros al verla fue evidente, pero pronto la invitaron a unirse como extra en la escena. Aquel día, Emily vivió una aventura inesperada que recordaría para siempre.
Versión con uso de presente verbal:
Hace mucho calor en la ciudad y Emily decide explorar el viejo edificio abandonado. Apenas cruza la puerta, nota un crujido bajo sus pies. Mira hacia abajo y descubre un suelo cubierto de polvo y escombros. Avanza con precaución, iluminando con su linterna los oscuros rincones del lugar. De repente, escucha un ruido proveniente de una habitación cercana. Se acerca sigilosamente y ve a un grupo de sombras moviéndose. Se da cuenta de que no está sola; algo está sucediendo. Al adentrarse más, descubre que están filmando una película clandestina. La sorpresa en sus rostros al verla es evidente, pero pronto la invitan a unirse como extra en la escena. Este día, Emily vive una aventura inesperada que recordará para siempre.
Explicación de la preferencia por el uso de pretérito:
En la versión con tiempos verbales de pretérito (pasado), se logra una claridad temporal que facilita la comprensión de la secuencia de eventos. La elección de tiempos como "decidió", "cruzó", "notó", "escuchó" y "vivió" establece una estructura narrativa cohesiva y ordenada. El lector puede seguir la historia de manera fluida, entendiendo que cada acción ocurrió en un momento específico del pasado.
En contraste, la versión con tiempos verbales en el presente puede resultar menos efectiva en la narración de eventos secuenciales. La falta de distinción clara entre pasado y presente puede generar confusión, dificultando la comprensión de la cronología de los acontecimientos. La preferencia por los tiempos verbales en el pasado se fundamenta en la capacidad de ofrecer una narrativa más organizada y fácilmente digerible para el lector.
3- Uso de modos verbales en las narraciones
3.1- Modo indicativo
El modo indicativo se utiliza principalmente para narrar eventos y acciones objetivas, hechos concretos y descripciones detalladas. Es adecuado para proporcionar información clara y precisa en la narración. Se recomienda utilizarlo en situaciones en las que se quiere transmitir objetividad y veracidad en la historia.
Ejemplo:
"María caminaba por la playa mientras el sol se ponía lentamente en el horizonte. Sentía la brisa marina acariciando su rostro y escuchaba el suave murmullo de las olas rompiendo en la orilla. De repente, vio algo brillante en la arena y se agachó para recogerlo. Era una concha marina de colores vivos. Sonrió y continuó su camino, pensando en todas las historias que esa concha podría contar".
3.2- Modo subjuntivo
El modo subjuntivo se emplea para expresar deseos, dudas, posibilidades, hipótesis y acciones inciertas. Es útil para transmitir emociones, estados de ánimo y reflexiones subjetivas del narrador o de los personajes. Se recomienda utilizarlo en momentos de introspección, pensamientos internos, situaciones imaginarias o especulativas, y para expresar la subjetividad de los personajes.
Ejemplo:
"Juan quería que su hermano viniera a visitarlo en su nueva casa. Esperaba que pudieran pasar tiempo juntos y disfrutar de buenos momentos. Deseaba que el viaje de su hermano fuera seguro y que todo saliera bien. Cruzó los dedos y envió un mensaje: 'Ojalá puedas venir pronto. Te espero con los brazos abiertos'".
3.3- Modo imperativo
El modo imperativo se utiliza para dar órdenes, hacer peticiones, dar instrucciones, sugerencias o expresar deseos de manera directa. Es adecuado para acciones urgentes, comandos o diálogos enérgicos. Se recomienda utilizarlo para agregar dinamismo, intensidad y autoridad en la narración, especialmente en diálogos o situaciones que requieren acción inmediata.
Ejemplo:
"Luisa miró el reloj y se dio cuenta de que estaba tarde para su reunión. Se apuró y le gritó a su hermana: '¡Prepárame un café rápido mientras busco las llaves del auto!'. Su hermana asintió y se apresuró a hacer lo que le había pedido. Luisa salió corriendo de la casa, agradecida por la ayuda de su hermana".
4- Uso de verbos de acción o estado aplicado a las narraciones
En el arte de la narración, la elección entre verbos de acción o de estado desempeña un papel crucial en la construcción de la atmósfera y el flujo de la historia. Ambos tipos de verbos ofrecen distintas perspectivas, influenciando la percepción del lector y determinando el ritmo narrativo.
4.1- Verbos de acción
Los verbos de acción imparten dinamismo y movimiento a la trama, permitiendo que la narración avance con energía. Estos verbos describen actividades tangibles y eventos que impulsan la historia hacia adelante. Su utilización puede intensificar la tensión, generar anticipación y sumergir al lector en la acción del momento.
Ejemplo:
"Martín corrió por el oscuro callejón, sintiendo la adrenalina bombeando en sus venas. Cada paso resonaba en la quietud de la noche, mientras el sonido de sus propios latidos eclipsaba el silencio. Al doblar la esquina, se topó con una figura misteriosa que lo observaba desde las sombras."
4.2- Verbos de estado
En contraste, los verbos de estado enfatizan la condición o situación más que la acción en sí misma. Estos verbos proporcionan detalles sobre el estado mental, emocional o físico de los personajes, añadiendo profundidad y matiz a la narrativa. Su implementación puede ralentizar la trama, permitiendo momentos reflexivos y exploración emocional.
Ejemplo:
"Isabel permanecía sentada junto a la ventana, absorta en sus pensamientos. El crepúsculo teñía el cielo de tonalidades cálidas mientras ella contemplaba el horizonte. Su mente divagaba entre recuerdos y anhelos, creando un puente entre el pasado y el presente."
En la elección entre verbos de acción o estado, el autor moldea la experiencia del lector, dictando la velocidad y el tono emocional de la narrativa. La habilidad para alternar entre estos tipos de verbos con precisión contribuye a la riqueza y diversidad de la historia, generando una experiencia de lectura envolvente y cautivadora.
