1- ¿Qué es un riesgo?
El peligro es una condición que nos puede causar un daño, una enfermedad o una lesión. En cambio, la RAE define al riesgo como una contingencia o proximidad de sufrir un daño. En otras palabras, el riesgo sería la probabilidad de que se produzca un evento y las consecuencias negativas que se derivarían, siendo incapaz de controlar este peligro.
Estamos expuestos a diversos riesgos solo por el simple hecho de vivir diariamente, en nuestros hogares, el trabajo, la vía pública y actualmente también a través de las redes sociales. Por lo que es necesario tener conocimientos de ellos para poder evitarlos o manejarlos y así disminuir sus consecuencias.
2- Sustancias peligrosas
Muchos de los recursos que utilizamos diariamente son productos químicos, los cuales si nos los utilizamos bien nos podrían acarrear riegos y peligros. Según su efecto podemos clasificarlos en:
– Productos que originan accidentes: como los inflamables, corrosivos, comburentes y explosivos.
– Productos o sustancias que producen un daño en la salud: como los tóxicos, nocivos, sensibilizantes, irritantes, cancerígenos, mutágenos, tóxicos para la reproducción y los disruptores endocrinos.
– Productos o sustancias que dañan el ambiente: ecotóxicos, contaminantes de suelo, aguas y atmosfera, persistentes y bioacumulativos.
Según la Norma Chilena Oficial (NCh 382.OF98) una sustancia peligrosa se define como toda aquella que por su naturaleza produce o puede producir daños momentáneos o permanentes a la salud humana, animal o vegetal y a los elementos materiales, tales como instalaciones maquinarias y edificios.
Esta norma creó 9 categorías o clases de sustancias peligrosas. Esta clasificación permite una división y en algunos casos una subdivisión de los tipos de sustancias peligrosas, además de dar ejemplos de cada uno de ellos.
2.1- Clasificación de las sustancias peligrosas
Fuente: https://www.achs.cl/portal/trabajadores/Capacitacion/CentrodeFichas/Documents/taller-de-sustancias-peligrosas.pdf
Clase 1: Corresponde a sustancias y objetos explosivos, que por la acción de fricción, choque o percusión, formación de chispas o calor, produzcan una liberación violenta y destructiva de energía. Dentro de esta clasificación encontramos el TNT, la pólvora de los artículos de pirotecnia, bengalas, detonadores, mechas, etc.
Clase 2: Pertenecen a este grupo los gases licuados o no a temperatura ambiente, los disueltos en un solvente o los que en su fase líquida pueden ebullir a -90°C y una presión atmosférica de 1 atm. Se pueden subdividir en gases inflamables, no inflamables y venenosos. Algunos ejemplos son el gas licuado, el helio, el metano, el propano, el aire comprimido, nitrógeno, monóxido de carbono, amoniaco, etc.
Clase 3: Son sustancias líquidas que a una temperatura igual o inferior a 61°C liberan vapores inflamables, como el kerosene, la gasolina, el aguarrás, pinturas y barnices.
Clase 4: Son aquellas sustancias sólidas no explosivas que fácilmente contribuyen a un incendio debido a su capacidad de combustión, como el carbón vegetal, los fósforos de seguridad, el azufre, calcio y magnesio en polvo.
Clase 5: Los comburentes son sustancias que al liberar oxigeno favorecen con ello la combustión de otros materiales cercanos, como el nitrato potásico. Los peróxidos son sustancias térmicamente inestables que se pueden descomponer de forma explosiva generando lesiones en los ojos, como el peróxido de dibenzoílo.
Clase 6: Las sustancias tóxicas son aquellas que causan trastornos, efectos o alteraciones graves o incluso mortales. Estas pueden ingresar al organismo a través de la piel y las mucosas, por la inhalación, su ingestión y absorción, como los plaguicidas, arsénico o cianuro. Las sustancias infecciosas contienen microorganismos patógenos, capaces de producir una enfermedad en las personas.
Clase 7: Se relacionan con la capacidad de desintegrar espontáneamente sus núcleos atómicos y emitir partículas o radiación electromagnética, como el uranio, plutonio, radio, yodo, radón, etc.
Clase 8: Corresponde a sustancias que destruyen los tejidos de los seres vivos u otro tipo de material, como el ácido nítrico, clorhídrico, sulfúrico, acético, hidróxido de sodio, potasio o amonio.
Clase 9: Entre ellos están las inhalables en forma de polvo fino, las pilas de litio, aquellas peligrosas para el medio ambiente o las que durante su transporte pueden ofrecen un peligro no cubierto en las anteriores clases.
2.2- ¿Para qué sirven las etiquetas y los rótulos?
Para cada una de las 9 clases de sustancias peligrosas el Código IMDG (Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas) les asignó etiquetas y rótulos, que por medio de colores y dibujos indican los riesgos que podrían conllevar.
Los rótulos son rombos de 25 cm de lado, los que se adhieren a la unidad de transporte de carga, como lo son los contenedores, vagones, cisternas, etc.
Las etiquetas corresponden a rombos de 10 cm de lado, las cuales se pegan en el embalaje o en el mismo recipiente, como cajas, bidones, botellas, sacos, etc.
Fuente: https://studylib.es/doc/5663790/mercancias-peligrosas
2.3- Clasificación de riesgos
Todas las personas, pero en especial las que trabajan en instalaciones donde se fabrican y/o almacenan materiales y sustancias peligrosas, además de aquellos que combaten incendios y emergencias, deben conocer la Norma Chilena NCh 1411/4.OF78.
Esta norma proporciona un sistema de marcación o señalética para poder evaluar el riesgo que existe en cierta zona o lugar.
De acuerdo a esto los peligros de las sustancias peligrosas se califican en 3 categorías: salud, inflamabilidad y reactividad.
Fuente: https://www.achs.cl/portal/trabajadores/Capacitacion/CentrodeFichas/Documents/taller-de-sustancias-peligrosas.pdf
Cada categoría tiene una graduación de 0 a 4, la cual informa la severidad del riesgo. La graduación 4 es la de mayor severidad y la de 0 la de menor.
– Riesgo para la salud: La sustancia puede causar lesiones por contacto, ingestión o absorción.
– Riesgo de inflamabilidad: La sustancia presenta cierta susceptibilidad de quemarse.
– Riesgo de reactividad: La sustancia es capaz de liberar energía.
3- Riesgos presentes en mi casa
Cada año muchas personas sufren accidentes en sus casas debido a que no están conscientes de los factores de riesgos, no prestan atención a estos asuntos, poseen hábitos y comportamientos poco seguros o en el caso de los niños desconocen el peligro.
Los riesgos más comunes a los que estamos expuestos en nuestros hogares son:
3.1- Caídas, golpes y heridas:
Las caídas pueden suceder a resbalar, tropezar o ser empujado al mismo nivel del suelo, o por el contrario a distinto nivel del suelo al volcarse en las escaletas o al caer desde un piso o mesa.
Nos podemos golpear con objetos móviles o inmóviles, aunque por lo general no son graves debemos tener cuidado cuando nos provocamos heridas, las que suelen ser muy frecuentes también. Las heridas más frecuentes son los cortes y pinchazos.
3.2 Intoxicaciones, alergias e irritaciones:
Ocurren principalmente por el uso de medicamentos, productos de limpieza, pinturas, insecticidas o alimentos en mal estado. Muchos de estos productos poseen etiquetas que nos informan el riesgo que conllevan.
La automedicación, almacenar medicamentos vencidos o guardarlos cerca del alcance de los niños produce un riesgo en nuestros hogares.
Los productos de limpieza deben ser utilizados con la prevención adecuada, usando guantes por ejemplo para evitar la irritación de la piel. Además, no es seguro mezclarlos por las reacciones químicas que podrían tener. Estos productos tienen una etiqueta informativa para prevenir el riesgo que poseen.
Las pinturas, los disolventes, los insecticidas y otros productos usados en la jardinería deben ser guardados lejos de los niños. Siempre utilizándolos en zonas ventiladas de la casa con mascarillas, guantes y lentes de seguridad.
3.2- Quemaduras, incendios y explosiones
Las quemaduras en casa se relacionan con el contacto de líquidos u objetos a altas temperaturas o al manipular productos cáusticos.
Los incendios ocurren cuando una persona dejar un cigarro encendido, un niño juega con fósforos o la instalación eléctrica está en mal estado.
Las explosiones suceden cuando existen líquidos inflamables almacenados en lugares poco ventilados y cerca de focos de calor. Además, pueden relacionarse con un mal funcionamiento en los aparatos que utilicen gas o combustibles.
Todas estas sustancias deberían ser utilizadas con precaución, conociendo sus etiquetas y riesgos, no cambiarlas de recipiente.
3.3- Electrocución
El peligro de electrocución aumenta considerablemente cuando el piso esta mojado y se camina descalzo. Puede ocurrir en niños al meter los dedos en los enchufes, por existir cables pelados en la instalación eléctrica, por realizar algún arreglo sin haber cortado la luz previamente o al tocar un electrodoméstico que no esté en las condiciones adecuadas.
3.4- Asfixia y atrapamientos
La asfixia se produce cuando el oxígeno no logra llegar a los pulmones y luego llevarlo a través de la sangre a los demás órganos. La obstrucción de las vías respiratorias puede ser de forma externa al comprimir el cuello o la caja torácica por ejemplo al usar una cadena o medalla al dormir, poner una bolsa plástica en la cabeza o aplastar a un bebé con alguna extremidad u objeto. Pero también las vías respiratorias pueden obstruirse internamente al meterse objetos pequeños en la nariz o garganta, ahogarse con el vómito o con comida y al estar bañándose en lugares profundos.
Los atrapamientos se relacionan con que una parte de nuestro cuerpo quede atrapado principalmente en objetos móviles, como un ventilador, una batidora, trituradora, etc. Pero además puede ocurrir al atraparnos las manos o dedos al cerrar cajones, puertas o ascensores.
Fuente:https://www.bebesymas.com/consejos/nueve-consejos-para-prevenir-la-asfixia-por-objetos-pequenos
