1- Sintaxis
Para comunicarnos, es indispensable que exista un sistema que ordene de manera lógica las palabras dentro de una oración. Esto es lo que llamamos sintaxis, que es una parte de la gramática.
La sintaxis es la parte de la gramática que nos enseña a ordenar correctamente las palabras para formar con ellas frases y oraciones que sean útiles para comunicarse.
Recuerda:
1.1- Las frases no entregan un mensaje completo.
Ej.
– Un ramo de rosas.
– El pelo largo.
– Valentín y yo.
1.2- Las oraciones sí entregan un mensaje completo.
Ej.
– Mi mamá me regaló un ramo de rosas.
– El pelo largo es muy bonito.
– Valentín y yo jugamos a la pelota.
Hay dos tipos de oraciones, las bimembres y las unimembres.
– Las unimembres son las que no poseen verbos, como por ejemplo: ¡Qué lindo día!
– Las bimembres son las que más utilizamos, sí tienen verbo y se pueden separar en sujeto y predicado.
2- El sujeto y el predicado
2.1- El sujeto
Es aquella persona, animal o cosa de quién se dice algo y que realiza la acción dentro de una oración.
Para identificar el sujeto de una oración, preguntaremos ¿quién?, o ¿quiénes?, al verbo de la oración. La respuesta que obtengamos, será el sujeto.
El núcleo de sujeto suele ser un nombre (sustantivo) o pronombre. Puede estar acompañado por adjetivos y determinantes que dicen algo de él.
Para encontrar el núcleo del sujeto, preguntamos ¿QUIÉN?, al verbo.
Sus complementos nos dirán algo más sobre el núcleo del sujeto:
– Determinantes: Artículos, adjetivos, posesivos,. Ej.: El perro
– Complemento del nombre: adjetivos, calificativos, de + nombre. Ejemplo: El perro de Juan
2.2- El Predicado
Es la palabra o el grupo de palabras que indica lo que hace o se dice del sujeto. El núcleo del predicado siempre es un verbo. Todas las demás palabras del predicado le complementan, dicen algo de él.
El verbo de la oración establece una relación de concordancia con el Sujeto. El verbo tiene que estar en la misma persona y número que el Sujeto.
Los complementos de verbo son:
– Complemento directo.
– Complemento indirecto.
– Complemento circunstancial.
A- El complemento directo (CD) nombra a la persona o cosa sobre la que recae la acción del verbo. Preguntamos ¿QUÉ?, al verbo.
De esta manera, a veces podremos encontrarnos con oraciones en las que el complemento directo es simplemente un sustantivo o un grupo de palabras que funciona como sustantivo. Por ejemplo, al decir "Ella encontró un vestido". Un vestido es el complemento directo del verbo, pues recibe la acción de compró (responde a la pregunta ¿qué es lo comprado?).
Sin embargo, en otras ocasiones, el complemento directo puede ser más descriptivo y contener más información sobre el sustantivo que está recibiendo la acción del verbo. Esto da lugar a la presencia de sintagmas adjetivales, los que tienen por núcleo un adjetivo.
Ejemplos:
"Ella encontró un vestido muy elegante": Muy es un adverbio que modifica al adjetivo elegante, que describe al vestido.
"El chef preparó una cena increíblemente deliciosa": Increíblemente es un adverbio que modifica al adjetivo deliciosa, que describe a la cena.
"Los padres compraron un automóvil extremadamente caro": Extremadamente es un adverbio que modifica al adjetivo caro, que describe al automóvil.
B- El complemento indirecto (CI) nombra al destinatario de la acción expresada por el verbo más el complemento directo. Preguntamos ¿A QUÉ?, al verbo
C- El complemento circunstancial (CC) expresa las circunstancias de la acción del verbo. Preguntamos ¿CUÁNDO?; ¿CÓMO?; ¿DÓNDE? al verbo.
En los complementos circunstanciales encontraremos diferentes categorías de palabras como núcleo, dependiendo de la función que el complemento ejerza sobre el verbo. Así, podremos encontrarnos con sintagmas adverbiales, que tienen por núcleo un adverbio.
Ejemplos:
"El atleta corrió la maratón ayer": Ayer es un sintagma adverbial que modifica el verbo corrió y describe el momento en el que ocurre la acción. Responde a la pregunta ¿cuándo?
"Los músicos tocaron la canción apasionadamente": Apasionadamente es un sintagma adverbial que modifica el verbo habló y describe la manera en que se realizó la acción. Responde a la pregunta ¿cómo?
"Los amigos jugaron afuera": Afuera es un sintagma adverbial que modifica el verbo jugaron y señala el lugar de la acción. Responde a la pregunta ¿dónde?
3- La concordancia
Ya sabemos que el núcleo del sujeto es un sustantivo o un pronombre, y que el predicado es lo que se dice de ese sujeto, a través del verbo. La concordancia se refiere a la necesidad de que el sustantivo (núcleo del sujeto) y el verbo de la misma oración coincidan en cuanto al número y a la persona gramatical.
– Concordancia de número: Se refiere a si el sustantivo es singular (se refiere a una sola cosa o persona) o plural (se refiere a más de una cosa o persona). El verbo debe concordar en número con el sustantivo al que se refiere. Entonces, si el sustantivo es singular, el verbo debe estar en singular, si el sustantivo es plural, el verbo debe estar en plural. Por ejemplo, "Javier corre todas las mañanas" / "Javier y Andrea corren todas las mañanas".
– Concordancia de persona gramatical: Se refiere a la necesidad de que el verbo y el sustantivo (núcleo del sujeto) en una oración coincidan en cuanto a la persona gramatical a la que se refieren. En español existen tres personas gramaticales: primera, segunda y tercera.
A- Primera Persona (yo, nosotros/nosotras): Esta persona se refiere al hablante o a un grupo que incluye al hablante. Por ejemplo, "yo hablo" o "nosotros hablamos". El verbo en estos casos debe estar en primera persona para concordar con el sustantivo o pronombre que representa al hablante.
B- Segunda Persona (tú, vosotros/vosotras, usted, ustedes): Esta persona se refiere al oyente o a un grupo que incluye al oyente. Por ejemplo, "tú hablas" o "ustedes hablan". El verbo debe estar en segunda persona para concordar con el sustantivo o pronombre que representa al oyente.
C- Tercera Persona (él, ella, ellos, ellas): Esta persona se refiere a un tema que no es el hablante ni el oyente. Por ejemplo, "él habla" o "ellas hablan". El verbo debe estar en tercera persona para concordar con el sustantivo o pronombre que representa al tema de la oración.
La concordancia de persona y número es esencial para que las oraciones sean gramaticalmente correctas y comprensibles, ya que indica de manera clara quién está realizando la acción del verbo. La falta de concordancia en persona o número podría llevar a una oración confusa o incorrecta desde el punto de vista gramatical.
Recuerda: el núcleo del sujeto y del predicado siempre deben concordar en número y en persona gramatical.