1- Introducción
Cuando piensas en el bien común, ¿qué es lo que se te viene a la cabeza? ¿qué ideas piensas que son parte del bien común? ¿por qué será una pieza clave de nuestra democracia? Para completar esta reflexión inicial, te invito a que leas la siguiente definición y que la analicemos juntos a continuación:
“Es lo que nos sirve y nos hace bien a todos, incluso cuando no nos damos cuenta. Y, sobre todo, bien común es la idea de que la vida es mejor cuando toda la comunidad está bien, no solo una parte. Y no creas que es fácil, porque a las personas no nos hacen felices las mismas cosas.
Trabajar por el bien común es lo que deben hacer los países democráticos, pero también cada uno de nosotros. Por ejemplo, cuidando los ríos y los bosques, o tomando siempre en consideración a los niños y las niñas”. (Fuente: Bien común (s. f.). Recuperado de: https://bit.ly/3bTnQaG)
La anterior reflexión, responde a algunos valores que son básicos en la definición del bien común, y que, a pesar de ser simples, le otorgan todo el sentido a la democracia: nos sirve a todos. Cuando buscamos que las soluciones a las diferentes problemáticas sean parte del bienestar de todos quienes componemos una sociedad, logramos ser mucho más grandes como comunidad. Aprendemos a ser empáticos con el sentir de las diferentes personas, con sus realidades diversas y con sus formas de ver el mundo.
2- Las Instituciones democráticas
En la guía anterior, reflexionábamos sobre la importancia de involucrarse en las diferentes problemáticas que surgen en nuestra sociedad, buscando aquellas soluciones que promuevan la democracia y la convivencia pacífica de las diferentes personas.
Hoy en día, son nuestras instituciones políticas quienes cumplen un rol fundamental en garantizar dichos elementos, principalmente porque los componen organismos públicos que permiten el correcto desarrollo de la democracia y la participación ciudadana. Abarca un espectro muy amplio de instituciones del Estado y sus autoridades, incluyendo organizaciones o entidades con interés público por medio de las cuales se representa a la ciudadanía, como el sistema de partidos políticos o asambleas sindicales, estudiantiles y vecinales, entre otros.
Como puedes ver, dichas instituciones van desde los aspectos macro a micro del sistema político de nuestro país. es por ello, que debemos siempre considerar que, aunque no tengamos la edad para votar, siempre tendremos la posibilidad de participar y construir comunidades que vayan en pro de las demandas sociales que deben ser escuchadas.
Las instituciones y procedimientos democráticos, garantizados en nuestra constitución, los podemos ilustrar de la siguiente manera:
El siguiente texto también analiza lo anterior, y nos sirve como complemento a nuestra reflexión. Se trata de un texto perteneciente a la UIP, fundada en 1889 y con sede en Ginebra, Suiza, cuyas siglas significan Unión Interparlamentaria (UIP).
Esta es una organización a nivel global que reúne al poder legislativo de 178 Estados. En 1997, durante su 98° conferencia realizada en la ciudad de El Cairo, Egipto, aprobó la Declaración Universal sobre Democracia –reconocida por organismos como Naciones Unidas– como un estándar internacional para guiar a los gobiernos, los parlamentos y los ciudadanos a través de los desafíos actuales de la democracia en todo el mundo. Es importante que conozcamos algunos de sus planteamientos, que nos darán la base para entender a estas Institucionalidades y su rol en la promoción del bien común:
“Segunda parte – Elementos y ejercicio del gobierno democrático
10. Las instituciones democráticas tienen por función mediar en las tensiones y mantener el equilibrio entre las aspiraciones competidoras que son la diversidad y la uniformidad, tanto en lo individual como en lo colectivo, con objeto de reforzar la cohesión y la solidaridad social.
11. La democracia está basada en el derecho de todas las personas a participar en la gestión de los asuntos públicos; por ello requiere la existencia de instituciones representativas en todos los niveles, y en particular el Parlamento, representativo de todos los componentes de la sociedad y dotado de poderes y medios para expresar la voluntad del pueblo legislando y controlando la acción gubernamental. (…)
17. Las instituciones judiciales y los mecanismos de control independientes, imparciales y eficaces son la garantía del Estado de derecho, fundamento de la democracia. Para que esas instituciones y mecanismos puedan cuidar plenamente del respeto de las normas, mejorar la equidad de los procedimientos y reparar las injusticias, es preciso que todas las personas tengan acceso a recursos administrativos y judiciales sobre la base de la igualdad y del respeto a las decisiones administrativas y judiciales por parte de los órganos estatales, los representantes del poder público y cada miembro de la sociedad. (…)
22. En las sociedades tanto homogéneas como heterogéneas, las instituciones y los procesos de la democracia deben favorecer la participación popular para proteger la diversidad, el pluralismo y el derecho a ser diferente en un clima de tolerancia.
23. Las instituciones y los procesos democráticos deben impulsar también la descentralización del gobierno y la administración, que es tanto un derecho como una necesidad, y que permite ampliar la base de la participación pública”.
(Fuente: UIP. (1997). Declaración universal sobre la democracia. Unión Interparlamentaria. Cairo: UIP).
Como puedes apreciar, la democracia encuentra sus fundamentos en estas instituciones, las cuales deben ser garantes, en todo momento, del bien común. Lo anterior, no solo porque debemos hacer frente a distintas problemáticas, sino también porque debemos fundamentarlas en base a la tolerancia de las diferentes ideas, personas, etnias, culturas, etc.
Al respecto, nuestra Constitución actual (octubre 2020) en vigencia, nos menciona lo siguiente:
“Artículo 1º de la Constitución de Chile (extracto): “[…]El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece.
Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional.” (Fuente: https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302)
Es por ello por lo que las Instituciones, en sus diversas formas, deban promover el correcto funcionamiento no solo de los tres poderes del Estado, sino también de la mayor realización espiritual y material que sea posible, por lo que debe garantizar el acceso a elementos básicos que permitan el cumplimiento a cabalidad de dichos fines.
