1- El Proceso digestivo
La digestión se inicia en la boca y termina en el intestino delgado. Incluye dos tipos de procesos: mecánicos y químicos.
Los procesos digestivos generales son:
– La ingestión: consiste en la incorporación del alimento al aparato digestivo. Se realiza en la boca y comprende los procesos de masticación, insalivación y deglución del alimento.
– La digestión: es la rotura química del alimento realizada por las enzimas digestivas, de tal forma que las moléculas complejas se descomponen en sus unidades básicas.
– La absorción: es el paso de las unidades básicas de los nutrientes digeridos desde el tubo digestivo a los vasos sanguíneos.
– La expulsión: también llamada egestión, es la expulsión de las sustancias no digeridas al exterior en forma de heces.
1.1- La ingestión
Es la primera fase del proceso digestivo y comprende la masticación, la insalivación y la deglución del alimento.
A. Masticación del alimento
Tiene lugar en la boca y es la trituración mecánica realizada por los dientes para la fragmentación de los alimentos.
El movimiento del alimento en la boca se realiza por la lengua, órgano musculoso que posee también el sentido del gusto e interviene en la fonación o emisión de sonidos.
En la dentadura humana hay cuatro tipos de dientes: 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares.
B. Insalivación del alimento
Está realizado por las glándulas salivares y es la impregnación del alimento con la saliva, sustancia que humedece, para conocer el sabor; que lubrica, para facilitar el movimiento del alimento y que inicia la digestión química de los glúcidos, principalmente el almidón.
La saliva se forma en las glándulas salivares. Hay tres glándulas: sublinguales, submaxilares y parótidas, que forman saliva en cantidad aproximada de 1 litro diario.
Tras la masticación y la insalivación, la porción de alimentos ingeridos se convierte en una masa húmeda denominada bolo alimenticio.
C- Deglución del alimento
Está realizada por la faringe y el esófago y es la entrada y el paso del bolo alimenticio hacia el estómago y se inicia por la acción de empuje de la lengua hacia la faringe y el esófago.
El bolo alimenticio se desplaza por los movimientos peristálticos de los músculos del esófago, tubo de unos 23 cm de longitud.
El esófago conecta con el estómago a través de una válvula o esfínter, denominado cardias, que se abre permitiendo el paso del bolo y se cierra impidiendo la regurgitación (devolución del contenido gástrico).
1.2- Digestión
A- E|n el estómago
El bolo alimenticio pasa al estómago a través del cardias, un esfínter o músculo circular que separa el esófago del estómago y evita que el bolo regrese una vez que ha ingresado por él.
Una vez en el estómago, el bolo alimenticio se almacena y se mezcla con el jugo gástrico, gracias a los movimientos peristálticos suaves y ondulatorios de sus músculos. Este jugo es producido por las glándulas de la mucosa estomacal o gástrica.
El jugo gástrico contiene ácido clorhídrico (proporciona el medio ácido necesario para que actúen las enzimas y destruye las bacterias que se encuentran en el bolo alimenticio), enzimas gástricas (la pepsina y la lipasa) y mucus (que protege a la pared del estómago de la acción del ácido clorhídrico).
En el estómago, el bolo alimenticio se transforma, por acción del jugo gástrico, en una sustancia pastosa llamada quimo.
En la parte inferior del estómago, se encuentra otro esfínter denominado píloro. Este músculo separa el estómago del intestino delgado, e impide que el quimo retroceda después de haber pasado por él. En cada contracción del píloro pasa aproximadamente una cucharada de quimo hacia el intestino delgado.
B- En el intestino delgado
El intestino delgado mide unos 7 metros de longitud y tiene tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon.
En la primera porción del intestino delgado: el duodeno, se completa el proceso digestivo, gracias a la acción de los jugos procedentes del páncreas y de las glándulas intestinales, y a la bilis del hígado que da lugar una papilla denominada quilo. Este líquido está formado por glucosa, aminoácidos, ácidos grasos, glicerina, agua, sales minerales, vitaminas y otras sustancias.
Después de que termina la formación del quilo, se produce la absorción de los nutrientes en el yeyuno, donde se descompone aún más. Cuando llega al final del recorrido, en el íleon, las vellosidades de la pared intestinal absorben los nutrientes y los llevan a la sangre.
1.3- La absorción intestinal
La absorción intestinal es el paso de los nutrientes desde el tubo digestivo a la sangre a través de las paredes del intestino delgado. Esta absorción se realiza molécula a molécula mediante difusión y transporte activo.
Las paredes del intestino presentan numerosos repliegues llamadas vellosidades intestinales, que aumentan notablemente la superficie de absorción. Las células intestinales tienen a su vez numerosos repliegues llamados microvellosidades intestinales.
Los glúcidos y las proteínas que se absorben van a los vasos sanguíneos, mientras que las grasas van a los vasos linfáticos.
Los vasos sanguíneos que salen del intestino delgado van directamente al hígado, órgano encargado de tratar químicamente a las moléculas absorbidas para su modificación, almacenamiento, etc.
Desde el íleon, los restos de quimo que no fueron digeridos pasan a la primera parte del intestino grueso.
1.4- Expulsión: Intestino grueso
Está formado por varias partes: colon ascendente, ciego, colon transverso, colon descendente y recto.
El intestino grueso realiza un proceso de absorción de nutrientes. La mayor parte del agua y las sales minerales se absorben en el colon, que es la porción más larga del intestino grueso. Ahí también se produce la descomposición de los nutrientes que no fueron absorbidos.
Esta descomposición se realiza con la intervención de las bacterias que forman la flora intestinal del intestino grueso. Estas bacterias, además de alimentarse de estos nutrientes, fabrican vitaminas K, B12, tiamina y riboflavina, que luego son asimiladas y utilizadas por el organismo.
Al perder agua, la materia no absorbida se concentra y acumula formando las heces. Se acumulan en el recto y se expulsan a través del ano, que posee dos esfínteres o anillos musculares que regulan su salida, la defecación.