1- Contexto histórico
La Primera Guerra Mundial dejó a las naciones europeas en una de las peores crisis económicas y monetarias que se haya visto. La más desastrosa de esta crisis fue la brutal devaluación del marco alemán, cuyo valor de redujo a una millonésima parte en 1923. Si en 1918 un alemán compraba un kilo de pan en 0,63 marcos, en 1923 lo hacía en 201 millones.
Como consecuencia, las economías europeas se volvieron dependientes de los créditos y remesas de dinero de Estados Unidos. Solo Alemania recibió entre 200 y 300 mil millones de marcos. Gracias a estos créditos, la economía europea pudo recuperarse hacia 1924, aunque todavía con importantes tasas de cesantía.
Considerando lo anterior, entre los años 1919 y 1939 se produce un cambio de mentalidad que dará vida a distintos movimientos artísticos. Al surgir las nuevas potencias líderes como Estados Unidos y Japón, comienza una etapa de disyuntivas entre los movimientos en pro de la democracia y de la libertad económica, y aquellos que pensaban que solo bajo un gobierno fuerte y autoritario se podía encontrar la paz.
2- Sociedad y cultura en el periodo entreguerras
Pasar por un proceso de guerra es algo traumático. Lo anterior provocó que el cambio en la mentalidad de las personas de la época fuese dramático. Las artes y las ciencias recibieron un nuevo impulso.
Albert Einstein, físico alemán, consolidaba su idea de que el tiempo y el espacio no eran absolutos, lo que dio origen a la “Teoría de la relatividad”, teoría que tendría gran impacto en el desarrollo posterior de la ciencia.
En Física: Las investigaciones de Roentgen, Becquerel y del matrimonio Curie descubrieron la radiactividad de ciertos elementos.
Por otro lado, Sigmund Freud, médico austríaco, lograba gran reconocimiento con su teoría del psicoanálisis, desarrollada a comienzos del siglo, en la cual formulaba que la personalidad humana estaba compuesta por el inconsciente, el ego o instinto de supervivencia y el súper ego, o realidad consciente.
Durante esta época, la conquista de los derechos laborales también supuso un gran cambio: con la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias, la gente se encontraba posibilitada de buscar algunas actividades recreacionales para su tiempo libre, con lo que nacen nuevas formas de entretención y recreación. La música, el cine y la radiofonía con claros ejemplos de lo que puede llegar a hacer el ser humano. En 1920 la radio constituye un modelo de entretención e información masivos, el cual no tenía un alto costo, por lo tanto, era asequible. Los programas de radio estaban orientados a informar sobre los acontecimientos acaecidos en las comunidades locales y el mundo.
La música tuvo un gran desarrollo a través de la radiofonía, y el jazz constituyó un claro ejemplo de esto. Este nuevo estilo musical que recogía las vivencias de la población afroamericana de EE. UU. surgió en los estados sureños, especialmente en Nueva Orleans se expandió rápidamente con la emigración de gran cantidad de afroamericanos al norte, principalmente a las ciudades de Chicago y Nueva York, centros industriales importantes de acogida para esta población. Rápidamente, el jazz se expandió a Europa y fue acogido por las élites de otros continentes, en particular, las de América del Sur. Los grandes representantes de esta tendencia musical de la época fueron: Louis Armstrong, Billie Holiday y Ella Fitzgerald. Junto con el jazz, el tango gozó de gran popularidad (la que mantiene hasta nuestros días). Su máximo exponente fue Carlos Gardel, el cual compartió inclusive con movimientos musicales como el charlestón.
Por otro lado, esta época vio nacer a uno de los gigantes en la industria: el cine. Si bien el cine había sido inventado hacia finales de 1890, no fue sino hasta los años 1920 que alcanzó su máxima popularidad. Cuando en 1930 fueron sonorizadas, el furor se extendió. Uno de los grandes cineastas y actores de la época fue Charles Chaplin, quien es famoso y recordado por grandes películas como El chico (1921), La quimera del oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1935) y El gran dictador, (1940). Las grandes temáticas del cine en aquella época fueron las criticas sociales.
3- Las artes visuales
Durante esta época surgieron grandes maestros de las artes visuales, quienes con sus aportes enriquecieron el contexto de la época.
Uno de ellos fue Pablo Picasso, quien dio vida a uno de los movimientos artísticos de la época:
El cubismo. El cubismo planteaba que su arte debía ser y expresarse por medio del color, desde donde aparece la forma. Así, existe una descomposición de las estructuras, sin respetar los trazos naturales, sino que se deforman, dando vida a una nueva interpretación de la realidad.
Por otro lado, está el dadaísmo, movimiento que cuestiona todos los cánones establecidos antes de la Primera Guerra Mundial con respecto al arte, cuya actitud irónica y burlesca frente a la vida supone un nuevo concepto en la época.
El surrealismo encuentra también cabida en esta época, inspirados en los sueños y la imaginación, que comienzan a gestarse a raíz de los estudios en psicoanálisis. Max Ernst, René Magritte, Salvador Dalí y Joan Miró son sus principales exponentes.
Así, los años 20 en materia visual proliferan sin descanso, demostrando una diversidad de estilos y nuevas formas de ver el mundo que fueron provocadas principalmente por la conmoción que provocó la Gran Guerra, sumada a la mayor demanda de obras de arte por parte de la pujante burguesía industrial y financiera y el surgimiento de galerías que exponían al público las obras de los artistas, los que explican este momento.
La arquitectura también muestra su lado rupturista. En los años veinte surge una nueva expresión arquitectónica: la Bauhaus, cuyo fundador fue el arquitecto alemán, Walter Gropius. La funcionalidad es su principal característica, y se relaciona precisamente con el movimiento obrero, al apreciar la manufacturación como principal instancia de creación. Este enfoque funcionalista, pionero en su tipo, ejerció un impacto fundamental en la práctica posterior del diseño industrial y proporcionó las bases teóricas de la arquitectura contemporánea.
4- Los locos años 20
Mientras Europa intentaba recuperarse de los efectos de la guerra, Estados Unidos gozaba de una posición privilegiada que se reflejó en los modos de vida y costumbres de los norteamericanos. La experiencia de la guerra había cambiado la mentalidad de la sociedad: era necesario volver a recuperar la confianza y reconstruir lo que la guerra había destruido.
Uno de los principales polos de crecimiento económico fue la novedosa industria automotriz, cuya producción llegó a acaparar el 80% de la producción mundial. Al desarrollo norteamericano también contribuyeron las industrias vinculadas a la construcción y a la electricidad.
Se les llama “Locos años 20” o “Felices años 20” porque período de crecimiento económico, que estuvo acompañado de un aire de optimismo y el aumento del consumismo.
Surge así el llamado “American way of life” que fomentaba el consumo individual de bienes (automóviles, teléfonos, electrodomésticos), impulsado por la publicidad y sostenido por un crédito fácil y las ventas a plazos. El desarrollo de la publicidad, gracias a la radio y al crecimiento de la prensa, incrementó aún más las ventas, y gracias al uso del automóvil, se multiplicaron los grandes centros comerciales.
El jazz, nació en Nueva Orleans a partir de los ritmos de origen africano tocados por la población negra. Sus creadores carecían de formación musical y elaboraron un estilo basado en la improvisación.
La radio permitió la difusión de esta música. El jazz amenizaba las noches de los felices años veinte, pero tras él se escondía la discriminación de la población negra. De hecho, esta tenía prohibido el acceso a los clubes nocturnos.